Carta de Aldous Huxley a George Orwell

En octubre de 1949, pocos meses después de la obra maestra distópica de George Orwell, 1984, este recibió una fascinante carta de su compañero escritor Aldous Huxley (quien, 17 años antes, había publicado su propia visión terrorífica de la sociedad como "Un mundo feliz"). Lo que empieza tiendo una carta de alabanza, pronto se convierte en una breve comparación de las dos novelas, y su explicación de por qué Huxley prefiere la suya por ser una predicción más realista.

Wrightwood. Cal.
21 de Octubre, 1949

Querido Sr. Orwell,

Fue muy amable por su parte pedir a sus editores que me enviaran una copia de su libro. Llegó mientras estaba en medio de un trabajo que requería mucha lectura y consulta de referencias; y dado que mi pobre visión ha hecho necesario que racione mis lecturas, he tenido que esperar mucho tiempo antes de poder embarcarme en 1984.

Estando de acuerdo con todas las críticas que se han escrito sobre él, no tengo que decirle, una vez más, cuán fino y profundamente importante es el libro. En vez de ello podría hablar de las cosas de las que trata el libro. ¿La revolución definitiva? Los primeros indicios de una filosofía de la revolución definitiva - la revolución que va más allá de la política y la economía, y que tiene como objetivo la subversión total de la psicología y fisiología individual - se encuentran en el Marqués de Sade, que se consideraba a sí mismo como el continuador, el consumador, de Robespierre y Babeuf. La filosofía de la minoría dominante de 1984 es el sadismo que ha sido llevado a su conclusión lógica, yendo más allá del sexo y negándolo. Parece dudosa que la realidad de la política del "pisotón en la cara" pueda durar indefinidamente. Mi propia creencia es que la oligarquía gobernante encontrará maneras menos arduas y derrochadoras de gobernar y satisfacer su ansia de poder, y esas maneras se parecerán a las que describí en Un mundo feliz. Recientemente he tenido ocasión de ver la historia del magnetismo animal e hipnotismo, y me ha sorprendido bastante la manera en la que, durante ciento cincuenta años, el mundo ha rechazado tomar conocimiento serio de los descubrimientos de Mesner, Braid, Esdaile, y el resto.

Por una parte por el materialismo imperante y por otra por la respetabilidad prevaleciente, los filósofos y hombres de ciencia del siglo XIX no estaban dispuestos a investigar los hechos más extraños de psicología para hombres prácticos, como políticos, soldados y policías, para aplicar en el ámbito del gobierno. Gracias a la ignorancia voluntaria de nuestros padres, la llegada de la revolución definitiva se retrasó cinco o seis generaciones. Otro golpe de suerte fue la incapacidad de Freud para hipnotizar con éxito y el consecuente desprestigio del hipnotismo. Esto retrasó la aplicación general del hipnotismo en psiquiatría en al menos cuarenta años. Pero ahora el psicoanálisis está siendo combinado con la hipnosis; y la hipnosis se ha simplificado y hecho indefinidamente extensible a través del uso de barbitúricos, que inducen un estado hipnótico y sugestionable incluso en los sujetos más recalcitrantes.

En el curso de la próxima generación creo que los amos del mundo descubrirán que el condicionamiento infantil y la narcohipnosis son más eficaces como instrumentos de gobierno que los garrotes y los calabozos, y que el ansia de poder puede satisfacerse completamente sugiriendo a la gente a amar su servidumbre como si a latigazos y puntapiés se le impusiera la obediencia. En otras palabras, en mi opinión la pesadilla de 1984 está destinada a modularse, llegando a ser así la pesadilla de un mundo que se asemejará más al que imaginé en Un mundo feliz. El cambio de se producirá como resultado de una sentida necesidad de mayor eficacia . Mientras tanto, por supuesto, puede desarrollarse una guerra biológica y atómica a gran escala, en cuyo caso tendremos que soportar pesadillas de otro género, apenas imaginables

Gracias de nuevo por el libro

Le saluda atentamente,
Aldous Huxley

Si te ha gustado la carta, quizás te interese la crítica previa de George Orwell a el Mein Kampf de Adolf Hitler. O también te puede interesar la respuesta de J. R. R. Tolkien a la editorial alemana que cuestionó sus orígenes.

Fuente: Letters of note
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11 Comments
  • Alan
    Alan 16 de marzo de 2012, 0:16

    En parte estoy de acuerdo con Huxley. El condicionamiento actual va más por el lado de adormecer a las masas con placeres inmediatos que por el de la represión y el miedo.

    Interesante carta. Saludos.

  • TDI
    TDI 16 de marzo de 2012, 23:47

    El futuro de Huxley sería peor, puesto que en el de Orwell se podría llegar a un punto en el que el sistema sea insostenible y/o la población despierte.

    En el de Huxley es como si todos estuviéramos enganchados a "Sálvame", felices en nuestra ignorancia y sin motivo para cambiar.

  • Anónimo
    Anónimo 31 de marzo de 2012, 19:56

    Por ahora parece que más bien el método es el de la subvención: para que un conjunto grande de n individuos me produzcan cierto beneficio b, necesitando sólamente m individuos, tengo que subvencionar a (m-n) individuos un mínimo para que no pasen tantas necesidades como para sublevarse y cambiar el orden establecido.

  • Anónimo
    Anónimo 31 de marzo de 2012, 23:56

    Shock-testing económico, los chinos mañana no dejaran de consumir petróleo que gradualmente se encarecerá y a consecuencia todas las cadenas de producción, si tenemos poco con los recortes el dia que la gasolina repique a los 2 por litro, todo país de este mundo sucumbirá al hambre y la pobreza. La espiral descendente la tenemos frente a nuestros ojos. Solo se puede salir si nos apartamos de las grandes ciudades y conseguimos ser autosuficientes, solo o en comunidades alternativas a las realidades de mercado a las que nos exigen que tendremos que adaptarnos sea como sea... Personalmente, no voy a regalar los diez mejores años de mi vida a un cómputo de intereses compuestos de los cuales nunca me va a devolver, siquiera apreciar el trabajo. Yo no soy un numero, y para convertirme en un numero prefiero regalar mi vida a una ecoaldea, que estoy seguro tardarán mucho en tomar medidas en contra de ese hilo de vida que todavía nos queda.

  • Roberto
    Roberto 1 de abril de 2012, 1:39

    ¿Y no creéis que tenemos una combinación de ambas visiones?

    Por un lado está el mencionado adormecimiento logrado por el entretenimiento, tan variado que cubre todo el espectro de lo que querríamos y aún así sigue siendo capaz de generarnos nuevas necesidades.

    Por otro lado tenemos la represión no solo en las calles, como hemos podido ver ante manifestaciones pasivas, sino a través de las propias leyes, siendo cada día más difícil hacer nada libremente a la vez que estamos obligados a tragar con más cosas.

    En cualquier caso, no hay nada que dure eternamente, lo que no significa que seamos nosotros los que veamos el final de lo que sucede en la actualidad.

  • Anónimo
    Anónimo 1 de abril de 2012, 4:44

    Aquí una traducción menos accidentada: http://goo.gl/2De5s

  • Anónimo
    Anónimo 1 de abril de 2012, 10:46

    Muy interesante, gracias.

  • Anónimo
    Anónimo 1 de abril de 2012, 11:28

    Yo quiero recordar la "represión de colectivo" de Orwell: Hay una "moral" imperante y nadie puede salirse de ella o serán castigados y recriminados por ello. Todavía queda algo de eso y todavía se sugiere a través de los contenidos televisivos.

    El otro punto es la necesidad del Establishment de inducir a la masa a determinadas opiniones para poder consumar determinados objetivos, valga como ejemplo la campaña mediática anti-islám, etc etc etc.

    Y por descontado el control. Control que ahora se hace patente en la red por parte de equipos policiales y servicios de inteligencia, bien estatales bien privados, en aras de una eufemística seguridad (que nos proteja de males que ellos mismos han promovido).

    Todo esto es muy orwell.

  • Anónimo
    Anónimo 1 de abril de 2012, 11:49

    Añadiría de todas formas que el relato de Orwell se caracteriza mucho por los medios tecnológicos que el Estado pretende alcanzar. Es el Estado de Stalin con los recursos de nuestro tiempo. Es algo que existe en Corea del Norte, donde de hecho van mucho más allá.

  • rockdrigo
    rockdrigo 19 de marzo de 2013, 16:08

    En mi querido pais, estamos sufriendo un terrible estado Huxleyano, Los medios como la tv nos contaminan, realities, farandula de la estrellas, y mucha basura audiovisual sin contenidos útiles. Muchas posibilidades de adquirir bienes materiales, a costa de esclavizarse con créditos y amarrándose aún más al sistema.

    Sufrimos de una falsa felicidad y porvenir, es triste.

    Espero con ansias leer ambos libros, 1984 y Brave New World.

    Saludos desde Chile

    Despierten!

  • JotaeleRS
    JotaeleRS 27 de agosto de 2015, 14:20

    Buen artículo. Aquí un resumen Huxley vs Orwell
    http://egotuussum.com/2015/08/26/asi-nos-controlan-las-clases-dominantes/

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