Artefactos antiguos que no han podido ser recreados

Popular y erróneamente se acepta que en el pasado la gente era más ignorante, que los genios de entonces no eran más capaces que cualquier ciudadano actual y, especialmente, que la humanidad no era capaz de grandes obras. Por eso, como si fueran niños que necesitasen supervisión paterna, hay quienes explican todas las obras de los antiguos por medio de intervenciones extraterrestres. Sin embargo, aún hay creaciones antiguas irreproducibles con el conocimiento actual.

Vasija de Portland

El restaurador John Doubleday con la vasija
La vasija de Portland es una vasija de vidrio de camafeo romano fabricada entre el año 1 y 25 de nuestra era, aunque también se han sugerido fechas anteriores. La vasija muestra dos escenas mitológicas o históricas con detalles mitológicos.Lo fascinante es su elaboración. El método general era soplar una burbuja elongada de cristal azul, sumegirla aún caliente en una tina de cristal blanco fundido y soplarlas juntas. Aunque parece sencillo, es difícil adherir las capas de cristal sin grietas, burbujas o desprenderse. Se ha sugerido que en su confección, el cristal no se sopló, sino que se utilizó un método de prensado en frío llamado pâte de verre, en el que un vidrio finamente molido se presiona con un aglutinante como la goma arábiga y agua para luego presionarse en un molde.

Fuego griego

Aunque muchas armas incendiarias árabes, chinas y mongolas con distintas mezclas recibieron el mismo nombre, la composición del fuego griego usado por el imperio romano oriental o bizantino era un secreto de estado. El fuego griego era una arma incendiaria creada desarrollada por Calínico en torno al 672 de nuestra era y usado especialmente en las batallas navales en barcos con un sifón que extendía las llamas, permitiendo la victoria contra la flota musulmana en Cícico y el asedio árabe de Constantinopla. Los bizantinos le llamaban fuego de mar, fuego romano, fuego de guerra, fuego líquido, fuego pegajoso o fuego manufacturado.

No era el primer tipo de arma incendiaria, ya que los asirios ya las usaban en el siglo IX a.C., pero sí una cuya fabricación nunca se reveló. Los emperadores romanos la consideraban un arma divina, enviada por un ángel. Aunque los árabes y los protobúlgaros consiguieron capturar algunos barcos, no consiguieron copiar la fórmula del fuego. No obstante, desde el año 1203, durante el asedio de Constantinopla en la Cuarta Cruzada, ya no se tienen detalles del uso del fuego griego, ya sea por la pérdida del secreto, la inaccesibilidad a los recursos necesarios o el desarme general del imperio en los 20 años anteriores.

Aunque se sostuvo que el principal ingrediente era el salitre, mostrándose como precursor de la pólvora, no se conoce que este ingrediente se usara en Europa u Oriente Medio antes del siglo XIII. Otro ingrediente propuesto es la cal viva, que sí era usado bélicamente por bizantinos y árabes, pero debía entrar en contacto con el agua para arder, mientras que el fuego griego lo hacía incluso en las cubiertas de los barcos y en granadas. Además, en el mar, el resultado habría sido insignificante. Una propuesta es el uso de fosfuro de calcio (Ca3P2), creado hirviendo huesos con orina en un recipiente sellado. Sin embargo, en las recreaciones carecía de la intensidad adscrita al fuego griego. La hipótesis actualmente más aceptada es la del petroleo de los pozos del Mar Negro, resinas para aumentar la duración e intensidad, además de alquitrán de pino y grasa animal.

Mecanismo de Anticitera

Descubierto en 1902, el misterio de este mecanismo de predicción de posiciones y sucesos astronómicos y certámenes griegos antiguos era tal que, en los primeros meses del blog, aún se consideraba un Oopart, es decir, un objeto fuera de lugar por considerarse su tecnología como demasiado avanzada para la época. Actualmente, The Antikythera Mechanism Research Project está intentando replicar este instrumento con las técnicas que pudieron haber usado por entonces.

Espada del rey Goujian

Rey Guojian de Yue
Esta espada de cobre y estaño encontrada en 1965 en Hubei, China, data del 510 a.C. Para hacerse una idea de su antigüedad, por esa época acababa de nacer la República Romana. No obstante, lo sorprendente es que, cuando se desenvainó de su vaina de madera, se encontraba intacta a pesar de haber permanecido en una tumba inundada. Parece ser que la sulfatación de la hoja y la vaina hermética pudieron conservar el arma libre de óxido.

Ungüento anglosajón anti-SARM

Una receta anglosajona contra los orzuelos podría servir para combatir el Streptococcus Aureus resistente a la meticilina. Se describe en el Bald's Leechbook, incluyendo una mezcla a cantidades iguales de ajo y "cropleek", que puede ser puerro, ajo o chalota, al que se le añade vino y bilis de buey para dejarse nueve días en un recipiente de latón. Que no se sepa con seguridad lo que es uno de los ingredientes es un problema. Hay otro más en encontrar ingredientes como los que se usaban en la época, no sus equivalentes modernos. La preparación debe ser precisa, ya que en 2005 un experimento solo pudo crear una repugnante masa maloliente incapaz de matar a ninguna bacteria.

Este método de obtener un elemento antibacteriano de fuentes antiguas se probó con éxito en China con la artemisina, un fármaco que se usa de forma combinada (para evitar resistencias) para combatir la malaria.

Hormigón romano


Hormigón romano en una tumba romana
El hormigón romano es conocido por su durabilidad, longevidad y reducido impacto medioambiental. Destaca el estado de conservación de algunos edificios romanos en una península con la actividad sísmica de Italia. Debido a que partes del edificio podían moverse ligeramente para acomodarse al estrés causado por los terremotos, se considera que los ladrillos y el hormigón romano eran flexibles, permaneciendo muchos de sus edificios en pie a pesar de las grietas. Aunque Vitruvio ya describía su elaboración con cal y arenas volcánicas, aún hoy sigue descubriéndose "ingredientes secretos".

Acero de Damasco

Aunque ha dado lugar a muchas leyendas y exageraciones, eran conocidas por su dureza, resistencia a la rotura y su capacidad de ser afiladas hasta tener un borde afilado y resistente. Eran hojas fabricadas en oriente medio con alto contenido en carbono presente en forma de nanotubos. Su producción cesó en torno a 1750. La causa se desconoce, aunque se ha explicado como la causa del fin de algunas rutas de comercio, la falta de trazas de impurezas en los metales, la pérdida de la técnica, la supresión de la industria por el Raj británico o una combinación de las anteriores. En la actualidad, se ha intentado reproducir en varias ocasiones el acero de Damasco, consiguiendo resultados muy similares pero, aún así, sin todas las características de este.


Fuente: NewatlasWikipediaAncient-originsNewscientistIflscienceWikipediaWikipediaWikipedia
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